lunes, 23 de junio de 2008

La Furia de Drácula

Este pasado sábado tocó estrenar juego. En este caso el agraciado fue La furia de Drácula, traducido y distribuido en español por Devir tras haberse reeditado de nuevo por la ya tan habitual editorial de mi ludoteca, Fantasy Flight Games. El juego original data de 1987, y tras convertirse en un objeto de coleccionista por el que se pagaban autenticas burradas, se creo está edición revisada y mejorada tanto en las reglas como en la parte gráfica. Se trata de un juego de aventurillas de horror gótico de caracter deductivo-cooperativo para 2 a 5 jugadores, en el que 2, 3 o 4 de ellos se pasan el juego intentando capturar al jugador que dirige la ruta oculta del Conde.

Ahondando un poco más:
Los componentes:

Como todos los de FFG, de bastante calidad. 4 miniaturas de plástico para los investigadores (Lord Godalming, Dr Seward, Van Helsing y Mina Harker) y 1 más para el astuto Conde Dracula. Las fichas de cada investigador y la del Conde. Un tablero representando la vieja europa de 1898, con todas las principales ciudades unidas por tramos de carretera y vías del tren y la versión en miniatura del mismo, para uso y disfrute del jugador que encarna a Drácula. 75 cartas para los eventos y otras tantas para los objetos de los jugadores, de los agentes de Drácula y del propio Conde. Un mazo de cartas representando las localizaciones y las regiones de mar. Y diversos y variados contadores para los encuentros, los puntos de sangre, el suelo consagrado, las hostias consagradas y demás artilugios mata vampiros.


La mecánica:


Basicamente el juego consiste en perseguir al escurridizo vampiro por toda europa oriental y occidental antes de que se haga lo suficientemente poderoso como para liarla gorda. ¿Y cuanto tiempo es eso? Pues unos 6 días como mucho. El tablero contiene un contador del tiempo representando los 6 turnos del día en los que tanto el conde como los perseguidores pueden actuar. Amanecer, Mediodía, Crepúsculo, Atardecer, Medianoche y Madrugada. En cada uno de esos turnos, Drácula se mueve a una localización oculta desconocida por los perseguidores. Para ello selecciona una carta de las de la baraja de localizaciones y la coloca en el la ruta de Dracula del tablero boca abajo, junto con un contador de encuentro oculto encima. Conforme avanza la partida, los jugadores se las verán con los encuentros dejados por el vampiro cuando visiten la ciudad correspondiente, y tendrán que comenzar a deducir sus movimientos para capturarlo. Por su parte, Drácula intentará crear nuevos vampiros para lograr cuanto antes la victoria. Para ello deberá conseguir que alguno de los encuentros correspondientes desaparezca antes de ser descubierto (vamos que nadie visite esa ciudad y se encuentre a él). Para facilitar la tarea de Drácula y convertirlo en la sanguijuela escurridiza que es, el conde dispone de 5 poderes que le ayudarán a despistar a sus perseguidores. Por su parte, los investigadores tendrán que jugar sus más numerosas cartas de evento con sabiduría para evitar que Europa caiga bajo las garras del no-muerto. Los encuentros se resuelven con un curiosos sistema, chungo de explicar así pero facil cuando lo ves. Básicamente cada participante en un combate elige una de sus cartas del mazo de combate y la coloca boca abajo en la mesa. Luego se tira un dado de 6 y el que más saque gana el combate y aplica el resultado según la carta elegida por el otro. Así hasta finalizar el combate.


El objetivo:


Para los investigadores... matar al conde. Para el vampiro...aguantar hasta que su contador vampírico llegue a 6. Éste aumenta cuando pasa un día, cuando muerde a un investigador, cuando lo mata o cuando crea un nuevo vampiro de las tinieblas...Muahhahahhahahahah (risa demoníaca).





Después de dos partidas, una de ellas con las reglas en la mano y de mero espectador, la otra ya persiguiendo al cabrón de chupasangres, puedo decir que el juego mola. El jugador que lleva a Drácula juega con la ventaja de escuchar a los jugadores discutir sobre por donde cojones creen que anda, y actuar en consecuencia. Aún así la tensión que vive con el que no lo pillen lo convierte en un no apto para cardiacos. Luego como el mapa tiene tantas posibilidades, el vampiro siempre tiene una vía de escape así que los jugadores deben montárselo para que no huya. El mapica pequeño se supone que ayuda a que el jugador que lleve a Drácula no se descubra mirando a la zona en el tablero y aún no puedo calibrar su utilidad, pero creo que es buena idea. La duración es de 2 a 4 horas, y es que nadie dijo que capturar a Drácula fuera fácil.


Devir no se curra mucho sus páginas de juego, pero se le puede echar un vistazo. Ah, para posibles compradores futuros, hay que advertir que hay unas cuantas cartas que tienen alguna errata, y el marcador del tiempo del tablero también tiene un par de nombres cambiados. De todos modos, si se solicita por mail a la editorial las cartas corregidas, las recibes en casa en menos de una semana, cosa que es de agradecer.


Aquí la página de la boardgamegeek dedicada al juego.

Madre que chapa acabo de meter...

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