miércoles, 2 de julio de 2008

La hora del dragón

A Xaltotun, gran fakir de Nemedia: perro de nemedia, regreso a mi reino y tengo la intención de colgar tu pellejo de una rama.

CONAN

La hora del dragón es la única novela sobre la figura de Conan que el malogrado Robert Ervin Howard escribió, allá por 1936, y que contribuyó a acuñar el término Espada y Brujería, y convertirlo a él en el padre del género.
Como ya comenté en su día al hablar de su reciente y renovada colección de comics, Conan la leyenda, planetadeagostini, a través de la su sello Timun mas, aprovechó para reeditar en un formato acorde a lo que se merece, todos los relatos con Conan como protagonista. Tres tomos en edición de máximo lujo, con ilustraciones y funda incluída con un coste de 60 euros cada uno. Afortunadamente para mis bolsillos y para mi disfrute personal, también hicieron una edición economica en rústica. Seis volúmenes que no quedan tan bien en la estantería pero, que le vamos a hacer, me ahorro 120 euros que no es poco.

La hora del dragón está en el cuarto volumen en rústica, y se trata de una novela de unas 250 páginas, que fue el intento de Howard de vender en el mercado británico, donde por aquel entonces no triunfaban los relatos. Tal vez porque precisamente allí no se habían publicado sus anteriores relatos, o tal vez como medio de adaptar los mejores momentos de otras historias, la novela busca condensar la historia de la era hiboria y sus hechos y pueblos en un relato que parte con un Conan más que adulto y ya coronado rey de Aquilonia. Este último punto también es nombrado como una posible deferencia al tradicional público británico, muy aficionado a temás mitológicos y a monarquías presentes y pasadas por aquellos tiempos.

El relato no está mal, y ofrece bastante más para todos aquellos que no se sientan satisfechos con el argumento que las historias cortas de Conan ofrecen. Conan es desposeido, mediante un complot y una sublevación, del trono de Aquilonia. Para ello, los intrigantes han recurrido a los poderes arcanos de un nigromante estigio muerto tres mil años atrás, usando el corazón de Ahrimán para revivirlo, una sagrada joya de gran poder. Todo el mundo sabe que si un tío que lleva 3000 años muerto es capaz de volver a la vida, no va a ser fácil de controlar ni va a hacer lo que tu le digas así porque sí... Pero bueno, será Conan el que tenga que descubrir la manera de recuperar su reino y evitar que el oscuro hechicero logre su objetivo de revivir el antiguo imperio de Acheron. Para ello deberá viajar a Estigia, siguiendo el rastro de la joya por diversos reinos, reencontrandose con su pasado de piratería en el que era conocido como Amra por toda la costa negra, y lidiando con extraños hechiceros venidos de la lejana Kithai y viejas sectas ya olvidadas...

Xaltotun tío, sueltame que va a ser peor...

Poco tiempo después de acabar la novela, Howard, firme defensor del suicidio como alternativa aceptable a una vida llena de penurias, y tras constatar el declive de la revista Weird Tales, en la que publicaba sus relatos, y la inminente muerte de su madre, acaba con su vida de un disparo en la cabeza a la edad de 30 años. Otros contemporaneos suyos, como Lovecraft o Clark Ashton Smith, con los que formaba el nucleo duro del llamado círculo de Lovecraft y con los que intercambiaba frecuente correspondencia, quedaron muy afectados por su muerte, falleciendo el primero un año después y abandonando para siempre la escritura el segundo.

Actualmente, debido probablemente a que los derechos de las obras literarias escritas hace más de 75 años (o 70, no se) son gratuitos, se puede encontrar toda la obra de Howard en sitios como éste. Allí si alguien se anima con el inglés, podrá disfrutar de las aventuras de Conan tal como las parió su autor.

Y aquí las novelas en lujo lujo y en rústica.

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