martes, 22 de julio de 2008

La Guerra del anillo (ahora en condiciones)


¿Hola? ¿hay alguien ahí? Francamente, no me extrañaría nada que os hubierais ido, ya que la frecuencia de posts invita a marcharse corriendo sin mirar atrás. De todos modos, para los fieles que queden o los despistados que hayan llegado por casualidad a esta entrada buscando, no sé, anillos o guerras, aquí van unos comentarios sobre este fantastico y fantasioso juego de estrategia en la tierra media.

Tal vez pienses algo así como “¿otro artículo de El Señor de los Anillos? Jo tío, como son los del merchandaisin, ya solo les queda sacar retretes con la forma del monte del destino y camisetas de Frodo y Sam ondeando la bandera arcoiris gayer power” Pues no amigo mío, pese a tu casual comentario esto no es un juego más con el motivo de sacar los cuartos al ringer de turno (o tal vez sí pero me obligo a pensar lo contrario), si no que es un buenísimo juego de estrategia en el que dos jugadores intentan cambiar la historia de la tierra media, justo en el momento en el que la compañía comienza su andadura desde Rivendel.

La guerra del anillo es un juego de la editorial italiana Nexus Editrice (sí, en efecto, la que está a puntito o puntazo de sacar el Conan BoardGame) traducido y distribuído en España por Devir. Según creo, en estos momentos está agotado. Así que oficialmente, y hasta que lo reediten, se acaba de convertir en una pieza de coleccionista. Voy a ir preparandole un altar para hacerle ofrendas todos los días mientras recito unos versos en quenya, le canto unas jotas en oestron y unos temazos en lengua negra.

Vamos con el juego:

Los componentes

Un tablero High-Size, como se puede ver en la foto. Concretamente son dos tableros los que forman el mapa del clásico noroeste de la tierra media, que es la zona donde se desarrollan los hechos. 200 miniaturas de plástico que no están nada mal representando a los ejercitos. Tal vez le chirríe un poco los colores, rojo y azul, pero la función de distinguir claramente la situación de las batallas de un vistazo al mapa, la cumplen. Las tropas se dividen en regulares, élite y líderes, siendo estas últimas de color gris. También hay una figura para cada miembro de la compañía, y otras tres para Saruman, el Rey Brujo y la Boca de Sauron. 10 dados rojos de acciones para la sombra y otros 6 dados azules de acciones para los pueblos libres. 5 dados de seis que se usan para el combate. Más de 100 contadores y otras tantas cartas de sucesos.


La mecánica

Las instrucciones del juego son algo espesas, pero una vez jugada una primera partida, ya tienes una idea clara de por donde va. Hay que tener en cuenta muchos factores, y así de sopetón pueden tirar atrás a muchos jugadores, pero merece la pena insistir. En el juego, un jugador encarna a los pueblos libres, con sus diferentes naciones (Rohan, el norte, los enanos, los elfos y Gondor) y el otro a la sombra (con Isengard, Sauron y el sur). El jugador de los pueblos libres, a su vez, controla a la compañía del anillo. Ésta, se mueve oculta por el mapa y la labor del jugador de la sombra es ir retrasando su recorrido, corrompiendo a sus miembros y descubriendo su situación. El motor del juego son los dados de acción y las cartas de suceso. En cada turno, cada jugador roba dos cartas de suceso y tira sus dados de accion. Una vez tirados puede realizar las acciones que estos le permitan, siendo estas accion de personaje, de ejercito, de enrolamiento o de suceso. Estas acciones pueden servir para poner en juego cartas de suceso o para realizar otras acciones como enrolar tropas, mover personajes, mover a la compañía o a miembros de ésta. Ambos jugadores se van alternando resolviendo acciones hasta que los dados se acaban y se vuelve a empezar. Como ya he dicho, hay muchas cosas a tener en cuenta, por ejemplo: Cada nación tiene un indicador del estado de su política ya que si no se encuentran en guerra, no pueden reclutar tropas ni emprender acciones bélicas contra otra nacion. A su vez, el jugador de los pueblos libres dispone de los tres anillos elficos, que le permiten cambiar el resultado de un dado al gusto, pero cada vez que usa uno, esta capacidad pasa a poder disfrutarla la Sombra. El tema del combate…del mismo modo que se hace (creo) en el risk, los movimientos de tropas llevan inevitablemente a un enfrentamiento entre ejercitos. Esto se resuelve, a grandes rasgos, de la siguiente forma: Cada jugador elige una carta de suceso para usarla en el combate (todas las cartas tienen una sección de combate), se muestra y aplica su efecto y se tira un dado por cada unidad implicada, con un máximo de 5. Los cincos y seises son éxitos. Cada líder implicado en el combate da la capacidad de repetir la tirada de un dado. Se resuelven las bajas y se vuelve a decidir si seguir atacando o retirarse. Si se sigue el combate, se vuelve a empezar. Bueno, creo que con esto ya es suficiente para hacerse una idea de cómo va…

El objetivo

Al final de cada turno se comprueba si alguno de los jugadores ha ganado. Para ello se tiene que cumplir alguna de las siguientes opciones: Que el jugador de los pueblos libres haya llegado con la compañía al monte del destino, que el jugador de la sombra haya corrompido a la compañía del anillo, que el jugador de los pueblos libres haya conquistado territorios por valor de 4 puntos, o que el jugador de la sombra haya hecho lo propio pero con 10 puntos.

Resumiendo, si tienes una cierta afición por los mundos de Tolkien y por los juegos de estrategia pesados, compratelo (si lo reeditan o lo encuentras…) sin dudar, no es uno más. Si las reglas densas no es lo tuyo, huye. El juego, solo por los componentes, merece la pena. Otro proyecto futuro es pintar las miniaturas…pero eso será cuando me toque la lotería y los días tengan 28 horas. Apuntar también que el juego tiene una ampliación, Battles of the third age, que tiene pinta de que no va a salir en Español, para mi desgracia, y en la que se introducían nuevos ejercitos como los dunlendinos, los corsarios, los ents…y personajes como Galadriel y el Balrog de Moria.

4 comentarios:

Jolan dijo...

Como aficionado a los mundillos Tolkien, debo decir que tiene una pinta acojonante. Ahora bien, reconozco que me echan un poco pa' atrás los mega-juegos que requieren un master para aprender a jugar, y te pasas dos horas con el manual antes de echar una primera cuasi-partida.

Aun así... ¡qué cucas las minis!, no? Eso sí, lo de pintarlas... creo que te entiendo... (algún siglo de estos terminaré mi ejercito de El Imperio)

Miskatonic dijo...

La verdad es que es tal cual lo dices, dos horas con el manual (o más) y eso que son solo 24 páginas, y luego una primera partida de unas 5 horas con el manual en la mano consultando las dudas, pero creo que aún así merece la pena.

Las minis no están mal, tampoco son una maravilla pero para ser 200 no me quejo. Es que es ver en la página de boardgamegeek alguna colección pintada y ves lo que molan y volverme a plantear coger el pincel.

Finrond Felagund dijo...

Este juego es increíble y sí, supongo que por su complejidad no debe ser muy fácil que digamos conseguir gente dispuesta a "saborearlo". Es que pasa lo mismo que con las películas y los libros: que la mayoría prefiere "mirar" a "leer" porque les resulta más cómodo... o qué se yo. Sí, incluso me he topado con personas que dicen "¿y para qué leer tamaños libros si están en video" (!)
Pero, volviendo al juego: ¡está demasiado bien, de veras! (y más aún para uno, como yo, que se ha leído casi toda la obra de Tolkien) -je je-
¡Saludos y felicitaciones por el blog!

Anónimo dijo...

soy primerizo en estos juegos de mesa, SE QUE LA GUERRA DEL ANILLO no es el mejor juego para empezar pero soy fanatico de Tolkien y VOY A APRENDER A JUGARLO...

Estoy en esto de la lectura del reglamento y aun tengo dudas... PORFAVOR... alguien quien quiera conectarse en video conferencia para hacerle unas preguntas con el juego al lado? GRACIAS...

zagithario@hotmail.com