domingo, 6 de julio de 2008

Rolvival II: Aquelarre


Ante la inminente liberación por parte de las FARC del libro básico de aquelarre, previo envío de una foto para constatar que seguía vivo, creo que ha llegado el momento propicio de hablar sobre uno de los juegos de rol que más ha ocupado mis tardes roleras como master.

Se trata de la edición de la extinta Joc Internacional del juego de rol demoníaco medieval ambientado en la peninsula iberica del siglo XIV. Editado allá por 1990 por Ricard Ibañez, ha sido probablemente uno de los pocos juegos de rol Español que ha tenido éxito, al menos dentro de nuestras fronteras.

La ambientación, como ya he dicho, era la España medieval del siglo XIV, con su corona de Aragón, sus reinos de Taifas, su Reino de Castilla... Los jugadores podían encarnar, según la suerte que hubieran tenido al lanzar los dados en la fase de creación de personaje, desde un acaudalado noble a un triste campesino, pasando por un miembro de la creciente burguesía de las ciudades. La fase de desarrollo del personaje era bastante cachonda, ya que aparte de elegir practicamente todo con tiradas de dados (entre ello el aspecto, la altura y el peso, cosa que estaba más o menos equilibrada a la media de entonces, es decir, todos con unas pintas de Alfredo Landa más o menos) había unas tiradas que determinaban según una tabla, unos rasgos que harían único al personaje. Esto podía variar entre que fueras manco, cojo, que hubieran matado a tu familia, que fueras un misógino, un cleptómano... y que si el jugador interpretaba correctamente, podrían provocar situaciones bastante divertidas.

Por otro lado, esta aleatoriedad en el personaje hacía a veces díficil encajar en una misma aventura a un burgués egocéntrico y narcisista de Barcelona que sólo hablaba catalán, pongamos que se llama Joan Laporta por ejemplo, con un campesino ladrón gállego y con buena voz, y un médico judío y misógino que vive en Granada.

Una vez elegidos los personajes y encajados en la trama con sudores del master, llegaba el desarrollo de la partida. El sistema de juego se basaba en dados de 100, que era el que molaba por aquellos años, en modo porcentual. Es decir todos los personajes tenían un porcentaje de conseguir cualquier acción, basado en el valor de sus habilidades básicas y modificado por el incremento en varias de sus competencias en función de su profesión y experiencia. El combate se resolvía también al modo más o menos clásico. Uno ataca, otro defiende, si el defensor falla se tira el daño, que iba a una u otra zona del cuerpo en función de la tirada de ataque. El daño se calculaba en función del arma y la fuerza del atacante, y para él se tiraban dados de 4, 6, 8 y 10. Como cosa curiosa estaba la Racionalidad/Irracionalidad de cada personaje, que venía a medir el grado de creencia del mismo en lo sobrenatural. No olvidemos que la España medieval de la época estaba llena de un alto grado de superstición, y este juego hace real todas las leyendas y criaturas que entonces se mencionaban, incluídos los conjuros, ampliamente detallados en el libro, en cuanto a ingredientes y preparación.

"¡Vamos a perseguir a unos malandrines!"

Joc sacó varias ampliaciones, casi todas de aventuras. Yo las tengo todas. Desde la clásica pantalla del master, que incluye un campaña larga bastante chula, Danza Macabra; a Lilith, que incluía un sistema de combate de masas; Dracs, primera ampliación de un fallido proyecto de sacar una para cada región, ésta sobre Barcelona y alrededores; Villa y Corte, ésta sobre Madrid. Rinascita, una adaptación de las reglas para jugar dos siglos después, en el renacimiento; Rerum Demoni, con aventuras altamente demoníacas; y Rincón, un grupo de aventuras en el campo. Posteriormente a la caída de Joc, el juego ha sido reeditado un par de veces, algunas aportando más ampliaciones, otras cambiando el aspecto gráfico del libro, creo que todas sin mucho éxito. Recientemente se editó y distribuyó en francés en el país vecino, y desconozco si triunfó.


A mi la temática, el sistema y el formato del juego me encantan. Actualmente todos los libros de rol tienen un apartado gráfico bastante currado. Papel plastificado de alta calidad, dibujos a color, realismo a tope, chorropocientas páginas... Yo me quedo con mi libro de ciento y pico páginas, en blanco y negro y con dibujos al estilo de la época. Será un tema nostalgico pero que quereis que os diga, de ahí no me bajo.

Nada más me queda que saludar a Miguel, alias Evaristo el turiasoniense manco, medio sordo, sádico y loco que sacó el libro básico de vaya usted a saber que oscuro agujero y espero devuelva a mis manos en la próxima reunión.

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